Capitulo I

Capitulo I

ANÁLISIS HISTÓRICO DEL HOMBRE Y EL TRABAJO

El hombre ha sido, y es, producto de su propio trabajo, requirió e hizo posible el desarrollo del lenguaje y del pensamiento. Éste es el reflejo de la naturaleza y de la propia práctica en el cerebro de los hombres y, a la vez, hace posible todas sus actividades.

En cada época, el modo de producción de la vida material y la estructura social que le corresponde constituyen la base sobre la que descansa toda su historia política e intelectual.

A lo largo de la historia, con el desarrollo de las fuerzas productivas las relaciones de producción fueron cambiando por la acción de los hombres. Así se sucedieron sociedades basadas en distintos modos de producción: el comunista primitivo;  el esclavista;  el feudal;  el capitalista y  el comunista (del que hemos conocido su primera fase, el socialismo)

Toda la historia (desde la disolución del régimen primitivo de propiedad común de la tierra) ha sido una historia de lucha de clases, entre clases explotadoras y explotadas, dominantes y dominadas y, ahora, en la actual fase de desarrollo, la clase explotada y oprimida, el proletariado, no puede ya emanciparse de las clases explotadoras (la burguesía, los terratenientes).

Relaciones sociales de producción    “... para producir, los hombres contraen determinados vínculos y relaciones sociales, y sólo a través de ellos es como se relacionan con la naturaleza y como se efectúa la producción... Las relaciones sociales en que los individuos producen, las relaciones sociales de producción, cambian, por tanto, se transforman, al cambiar y desarrollarse los medios materiales de producción, las fuerzas productivas.     Las relaciones de producción forman en su conjunto lo que se llaman relaciones sociales, la sociedad, y concretamente, una sociedad con un determinado grado de desarrollo histórico, una sociedad de carácter peculiar y distintivo.”            

 C. Marx, Trabajo asalariado y Capital

 
 
 

Sociedad Primitiva

Comunismo de tribu:  Una sociedad sin clases sociales y sin Estado. Utilizaban la tierra en común.  No había propiedad privada, La división de tareas se daba por aptitudes, por sexo y por edad.

La disciplina y la organización del trabajo se mantenían por la fuerza de la costumbre, la tradición, o por la autoridad y el respeto personificado en los ancianos de la tribu.

Hacia el año 6.000 A.C.  diferenciación entre pueblos agrícolas y pastores, surgió el comercio. 

El desarrollo de la producción exigió e hizo posible la división social del trabajo, diferenciándose nuevas funciones y tareas. Jefes y sacerdotes se ocuparon de dirigir y organizar el trabajo.

Los sectores dirigentes se fueron apropiando de tierras de la comunidad y, en un largo proceso, se fue disolviendo el régimen de propiedad colectiva y se pasó, poco a poco, al régimen de propiedad privada de parcelas de tierra.            

Se hizo posible explotar nuevas fuerzas de trabajo. La guerra proporcionó, además de nuevas tierras, nuevos hombres: los prisioneros fueron convertidos en esclavos, Se impuso el Patriarcado disolución de la propiedad común y el desarrollo de la propiedad individual .

 

Las clases sociales y el Estado

La división entre el trabajo manual e intelectual, el patriarcado y la propiedad privada y la división entre la ciudad y el campo agudizaron las diferencias sociales.

Así se hizo posible y generalizó la explotación del hombre por el hombre: un nuevo modo de producción basado en la explotación del trabajo de unos hombres por otros.  De esta forma nació el Estado: destacamentos especiales de hombres armados que le aseguran a la clase explotadora el monopolio de la fuerza para mantener sometidos a los explotados.

LOS ARTESANOS: A principios de la Edad Media, el trabajador alcanzaba la posibilidad de ser libre, vendiendo en el mercado los productos que el mismo elabora con sus herramientas. 

Esclavismo

Los estados esclavistas tuvieron distintas formas de gobierno: por ejemplo, la monarquía (poder de un solo individuo, el rey), la república aristocrática (elección de funcionarios por una minoría privilegiada) o democrática (elección por parte de todos los ciudadanos).

La minoría de hombres libres pudo dedicarse al desarrollo de las ciencias, el arte, las ciudades, el comercio.

LOS ESCLAVOS:  Aunque no percibían un salario, su amo debía alimentarlos para mantenerlos en condiciones físicas propias para el trabajo. Desde el siglo XVIII las naciones civilizadas fueron prohibiendo esta práctica.

 Revolución social

Grandes rebeliones de las clases explotadas, encabezadas por sus sectores más conscientes y de vanguardia, afectan las viejas relaciones de producción.

De esta manera, la lucha de clases es el motor de la historia y el progreso social

Feudalismo

La nueva sociedad tuvo dos clases fundamentales: Los señores feudales, que eran propietarios y/o controlaban grandes territorios, y los campesinos, que trabajaban en esas tierras. Los príncipes, la nobleza, los obispos y el alto clero conformaron, principalmente, la clase de los terratenientes feudales: la nueva clase dominante. Los campesinos -siervos, tributarios y subordinados- y los artesanos fueron las clases oprimidas. Muchos campesinos estuvieron durante cientos de años, sobre todo en Europa, obligados a permanecer en las tierras del señor feudal y a trabajar para ellos (los “siervos de la gleba”).  Todos los campesinos debían rendir una renta feudal en diversas formas: trabajando gratis en las tierras exclusivas del señor algunos días a la semana (renta en trabajo), con una parte de la producción (renta en especie), o en dinero (renta monetaria)

la Iglesia Católica, gran terrateniente, imponía, además, el diezmo (el diez por ciento de la producción).

 

LA SERVIDUMBRE : Se extendió en Europa, extinguida la esclavitud. El ciervo ya no pertenecía al señor feudal, pero estaba atado a su tierra y obligado a pelear en su nombre. Aun así, poseía cierta libertad para labrar parcelas propias. 
 

Capitalismo

La burguesía conquistó el poder y con el nuevo régimen se impuso la libre competencia, la libertad de domicilio, la libertad de expresión y pensamiento, el derecho a la rebelión frente a la opresión y a la libertad de las naciones, la igualdad ante la ley y otras conquistas.

Nace así el proletariado. Hombres libres y sin medios de producción que sólo pueden subsistir vendiendo su capacidad para trabajar -su fuerza de trabajo- a cambio de un salario, a los burgueses, dueños de los medios de producción.

El trabajo asalariado

 Para poner en funcionamiento sus medios de producción (fábricas, máquinas, materias primas, su capital) los capitalistas contratan a los obreros por un salario.

La gran industria

Se desarrollaron nuevas y gigantescas fuerzas productivas. A partir del invento de la máquina de vapor, la maquinaria revolucionó la producción en las fábricas. La Revolución Industrial, en Inglaterra desde 1770,  transformó la antigua manufactura en gran industria. Esta se desarrolló luego en otros países europeos y los Estados Unidos.

 

El  “secreto” de la explotación capitalista: la Plusvalía

De todo el valor producido por el obrero en su jornada de trabajo, sólo una parte muy pequeña le es retribuida como salario (que paga el valor de la fuerza de trabajo gastada; es decir el valor de los bienes necesarios para vivir, es trabajo no retribuido, que el capitalista se apropia gratuitamente al quedarse con lo producido.

 

LA REVOLUCION INDUSTRIAL: Surgida en el siglo XIX, la Revolución Industrial alentada por las ideas de la revolución Francesa, sentó las bases del salario moderno y su administración. 



EL SALARIO CON INCENTIVOS: En una sociedad de competencia, un ingeniero francés, Charles Bedaux, incorporo un régimen de premios y castigos, sumando así un incentivo más al ámbito laboral. 


LOS FACTORES HUMANOS: A principios del siglo XX comenzaron a tenerse en cuenta factores como las vacaciones y el pago de las horas extras, factores que antes no se habían considerado y que contribuían a un mayor bienestar. 


2DA. REVOLUCION INDUSTRIAL: Finalizada la primera guerra mundial, las potencias alientan la productividad, la estabilización del empleo y menores salarios. Henry Ford fue uno de los entusiastas de estas ideas, primero calificadas de descabelladas y luego aceptadas mundialmente.

 


 

“Aunque sólo se paga una parte del trabajo diario del obrero, mientras que la otra parte queda sin retribuir, y aunque este trabajo no retribuido o plus trabajo es precisamente el fondo del que sale la plusvalía o ganancia, parece como si todo  el trabajo fuese trabajo retribuido.  Esta apariencia engañosa distingue al trabajo asalariado de las otras formas históricas  del trabajo. Dentro del sistema de trabajo asalariado, hasta el trabajo no retribuido parece trabajo pagado. Por el contrario, en el trabajo de los esclavos parece trabajo no retribuido hasta la parte del trabajo que se paga.” 

Carlos Marx. Salario, precio y ganancia.